Looking for the Comet Halley

Persiguiendo a un conejo blanco que llegaba tarde, Alicia se coló por una madriguera. Siguió gateando por el tunel hasta que de repente comenzó a caer.

Lámparas, mesitas, sillas, fotografías flotaban a su alrededor.

Aterrizó por fin y se encontró en una sala extraña. Tras observar con detenimiento las estravagantes paredes, se percató de que en la pared del fondo había una puerta diminuta. Caminó hacia ella y tiró del pomo. Alicia se apartó de un salto. La puerta estaba hablando.

Estoy bien cerrado - le dijo.

Pero necesito pasar, voy detrás de un conejo blanco. - respondió Alicia.

Eres demasiado grande, prueba a beber eso. - dijo la puerta.

Detrás de Alicia apareció una mesa donde encima había una pequeña botella de cristal que ponía "Bébeme". La niña dudó, pero al final tomó un trago.

Su cuerpo empezó a encoger de forma vertiginosa y cuando Alicia se acercó de nuevo a la puerta, esta le dijo:

- Te has dejado la llave. - replicó la puerta.

Y magicamente una llave dorada apareció sobre la superficie de la mesa de cristal, que ahora era tan alta como una torre para Alicia.

- ¿Cómo subiré ahora?

- Quizás probando eso. Y una cajita apareció a los pies de la niña. Dentro de ella había galletas que ponían "Cómeme". Alicia no lo dudó ni un instante y comió una. Su cuerpo comenzó a crecer hasta volverse mucho más grande de como era al principio.

Ante la desesperant situación, Alicia rompió a llorar. Sus lágrimas caian ahora sobre el suelo como calderos, y pronto comenzaron a ahogar a la pobre puerta.

- ¡El frasco! ¡El frasco! - gritaba la puerta.

Alicia sorvió la ultima gota que quedaba y menguó de nuevo, aterrizando por suerte dentro del botecito de cristal, que actuaba de barca.

Las lágrimas de Alicia corrian a través del ojo de la cerradura, y esta, junto con su botecito de cristal, lograron pasar al otro lado de la puerta, donde se encontraba un verdadero océano creado por las lágrimas de Alicia.

Alicia se encontraba flotando en un frasquito de cristal, en medio de una tempestad; pero su aventura en aquel extraño lugar acababa de empezar.