Este verano, (con un poquito de suerte), se cumplirá uno de los sueños de mi vida: ir de interrail. Desde hace tiempo llevo deseando ir y por fin estoy a un paso de conseguirlo. Además tengo la suerte de poder hacerlo con mis dos mejores amigos, y espero que sin duda sirva para que estemos más unidos.
Me he dado cuenta de lo extremadamente rápido que pasa el tiempo. No me extraña que los autores de la Generación del 98 escribiesen sobre la fugacidad del tiempo, porque hay que reconocer que pasa volando. Estos días me puse a pensar acerca de como paso de rápido este curso. Parece que hace dos días estaba sentado en el salón de actos del colegio San Fernando esperando para comenzar mi ultimo año allí y ahora estoy a 24 de junio esperando mis notas de la PAU. Todo ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Ya no existe ningun vinculo con el colegio, excepto las relaciones de amistad entre amigos y compañeros. A pesar de mi férreo odio al San Fernando y a algunas personas que estubieron/están dentro (ojala les pase un autobús por encima^^), y de que había deseado mil veces marcharme cuanto antes de allí, me invade una sensación extraña. Es como una especie de vacío, como diciendo ¿Y ahora qué?.
Da un poco de miedo pensar que ahora empiezo a la universidad. Fiestas, espichas, residencia universitaria, otra ciudad, independencia, etc. Pero eso es la parte bonita. Detrás de eso hay una parte mucho más fria y dolorosa: dejar tu casa, tu familia y sobretodo tus amigos. Aunque siempre se intente mantener los lazos siempre todos nos acabamos distanciando más y más y los mejores amigos de la adolescencia dentro de 15 años ni se reconocen. Es triste, pero es así. Por eso, quiero que este verano sea especial, inolvidable, irrepetible; para no olvidaros nunca y teneros siempre en mi memoria.